Todas las personas compartimos un mismo deseo: sentirnos bien con nosotros mismos, siendo realmente quien somos y actuando en consecuencia. Pero a veces nos encontramos con situaciones que nos dificultan vivir esta plenitud.
El proceso de psicoterapia permite que, en un ambiente de aceptación, comprensión y confidencialidad, aflore lo auténtico de la persona, lo que siente, piensa, desea y considera...para que una vez reconocido, la persona sea capaz de integrarlo y vivirlo sintiéndose coherente consigo misma. Se trata, pues, de un proceso personal de crecimiento, liberación y cambio.
Mi pasión es comprender y acompañar el desarrollo humano de la persona, entendido como un proceso hacia su autonomía moral y psicológica, tanto a nivel individual, infantil, de pareja o familiar.